La danza clásica, también conocida como ballet, se originó durante el Renacimiento italiano y se perfeccionó en Francia y Rusia.
Se caracteriza por sus movimientos precisos, posturas elegantes y una técnica rigurosa, todo acompañado de música clásica. Este estilo de danza enfatiza la gracia, la postura y la técnica, y es conocido por su capacidad para transmitir emociones y contar historias a través del movimiento.